En estos enlaces tienes, respectivamente, un video y un texto de nuestro compañero José Babiano Mora, por si quieres conocer más sobre esta fecha reivindicativa/histórica y el origen de derechos como el de la jornada laboral de ocho horas. A continuación un resumen:

En noviembre 1884 se celebra en Chicago el IV Congreso de la Federación Estadounidense del Trabajo. Se propone que el 1º de Mayo de 1886 se obligue al sector patronal estadounidense a respetar la jornada de ocho horas. De no respetarse se iría a la huelga.

El 1° de mayo de 1886 una huelga por la jornada de ocho horas estalla en Estados Unidos. Más de cinco mil fábricas fueron paralizadas y 340.000 personas obreras salieron a calles y plazas a manifestar su exigencia.

Conocida por la Revuelta de Haymarket, el 4 de mayo se congregaron miles de obreros y obreras en la Plaza Haymarket de Chicago, donde dirigentes sindicales harían uso de la palabra. La policía recibió órdenes de dispersar a los asistentes. Una bomba estalló cerca de las fuerzas policiales.

8 dirigentes sindicales fueron culpados y condenados en un juicio farsa, Neebe, Schwab y Fielden fueron condenados a cadena perpetua y Lingg, Engel, Parsons, Fischer y Spies a la horca.

El 11 de noviembre de 1887 fueron ejecutados los Mártires de Chicago. «Llegará la hora en que nuestro silencio será mucho más elocuente que las voces que ustedes estrangulan hoy. Este es el momento más feliz de mi vida.» Últimas palabras de Spies.

En julio de 1889 el Congreso de la II Internacional celebrado en París, fijó el día 1º de Mayo como día de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y contra las arbitrariedades sociales.

En España en 1890 socialistas y anarquistas empezaron a celebrar y movilizar el 1º mayo en Madrid, Cataluña, País Vasco, Valencia… Puede decirse que el primer 1º de Mayo fue un éxito de convocatoria en España, trabajadores y trabajadoras se movilizaron respondiendo al llamamiento de la internacional.

En 1890, quince países europeos (entre ellos España) reunidos en la Conferencia de Berlín, concluyeron en la necesidad de crear un organismo internacional que velara por los Derechos y Deberes emanados del trabajo.

En 1907 se crea en Basilea-Suiza la primera Oficina Internacional del Trabajo, que más adelante se transformó en la Organización Internacional del Trabajo-OIT.

En Madrid hasta 1903 el gobernador civil prohibió las manifestaciones, pero ese mismo año, trabajadores y trabajadoras desafiaron la prohibición y se manifestaron.

Al año siguiente la manifestación tendría ya un carácter legal en la capital como ya lo tenía en el resto del territorio español. Luego, a partir del golpe de estado de Primo de Rivera en septiembre de 1923, se abrirá un paréntesis por la represión.

El 1º de Mayo de 1931 fue extraordinario porque se celebró semanas después de la proclamación de la República y porque el Gobierno provisional, a propuesta del Ministro de Trabajo, Francisco Largo Caballero, había establecido el día 1º de Mayo como Fiesta oficial del Trabajo.

La celebración del Primero de Mayo fue suprimida por Franco en la zona sublevada a través de un decreto del 12 de abril de 1937. «Por ser tener un carácter marcado marxista y mediatizar la historia»

El Fuero del Trabajo, aprobado por decreto de 9 de marzo de 1938, estableció que la fiesta nacional del 18 de julio sería además la Fiesta de Exaltación del Trabajo. Vinculando la sublevación franquista con la fiesta del trabajo.

A partir de 1957 el franquismo organizaba todos los años un espectáculo denominado «demostración sindical». Grupos de trabajadores y trabajadoras realizaban ejercicios gimnásticos y folclóricos ante el dictador en el estadio de del Real Madrid.

Fuera de España las personas exiliadas y refugiadas siguieron celebrando el 1º de Mayo y denunciando el régimen de Franco.

En 1975 y 1976 trabajadores y trabajadoras desafiaron en la calle a las autoridades, celebrando el 1º de Mayo de manera masiva. En abril de 1977 fueron legalizadas las organizaciones sindicales, pero el Gobierno de Adolfo Suárez prohibió las manifestaciones y la represión policial fue brutal.

En 1978 se celebró el primer 1 de Mayo «legal» tras la vuelta de la democracia. A las manifestaciones acudieron cientos de miles de trabajadores y trabajadoras donde se corearon consignas contra el paro, por la unidad sindical y por la devolución del patrimonio sindical.

Desde ese año, millones de trabajadores y trabajadoras año tras año vienen manifestándose el 1º de mayo por el empleo, por condiciones dignas de trabajo, en definitiva por los derechos laborales.