Llegó de nuevo el calor. Cada vez más acusado. Y llegan los problemas añadidos, como la situación que soportan l@s trabajador@s de la Biblioteca de Campus Sur o determinadas zonas de los edificios de Arquitectura, Navales, INEF,… … y en definitiva todas aquéllas que no disponen de aparatos de climatización o éstos están defectuosos. Por eso, es bueno recordar los riesgos y medidas que supone el calor en los centros de trabajo.

La normativa relativa a Riesgos Laborales (a partir del Real Decreto 486/1997) reconoce los riesgos derivados de la exposición a las condiciones ambientales, ya sea en trabajos  sedentarios, ligeros o pesados; y los métodos para evaluar el estrés térmico.

La UPM debe garantizar que las condiciones ambientales de los puestos de trabajo no constituyan riesgo para la salud de los trabajadores, evitando las temperaturas y humedades extremas, los cambios bruscos de temperatura, las corrientes de aire molestas, los olores desagradables, la irradiación excesiva, y en particular, la radiación solar a través de ventanas, luces o tabiques acristalados.

¿Y CUÁLES SON ESAS CONDICIONES AMBIENTALES QUE HAN DE CUMPLIR LOS PUESTOS DE TRABAJO?

En locales cerrados:

  • La temperatura ha de estar comprendida entre 17ºC y 27ºC si se realizan trabajos sedentarios, como los propios de oficina; y entre 14ºC y 25ºC si se realizan trabajos ligeros.
  • La humedad relativa ha de estar comprendida entre el 30% y el 70%, excepto en locales con riesgos por electricidad estática, en los que ha de estar comprendida entre el 50% y el 70%.
  • Las corrientes de aire en ambientes calurosos no pueden exceder de 0,5m/s para trabajos sedentarios y de 0,75 m/s para trabajos no sedentarios.
  • Se debe garantizar, en general, una renovación mínima de aire de 30 metros cúbicos de aire limpio por hora y trabajador.

En trabajos al aire libre y locales que no puedan quedar cerrados, se debe garantizar la protección a las inclemencias del tiempo, pero no existen unos parámetros tan definidos. Sin embargo, la Universidad puede plantear soluciones organizativas, como la realización  de ciertas tareas de riesgo por calor en las horas más frescas del día: las primeras de la  mañana o las últimas de la tarde. De esta manera se reduce el riesgo de sufrir insolaciones o golpes de calor.

Hidratarse y mantener el ambiente fresco son prácticas muy recomendables para que nuestra actividad laboral se realice de forma eficaz y sin riesgos. Y por último, es necesario recordar la prohibición de fumar en los centros de trabajo, de acuerdo a la normativa vigente.

Si consideras que tu puesto de trabajo no cumple con las condiciones ambientales mencionadas, o que la UPM no garantiza tu salud en éste o cualquier otro aspecto, ponte  en contacto con nosotros.